vicitas!

lunes, 27 de agosto de 2012

El destiempo es una ironía.


Todo llega dicen, y es verdad, el problema no es si llega, sino, cuando llega.
 A veces las cosas llegan cuando ya es tarde. Otras veces lo que esperas
llega antes, cuando no estás listo. Todo tiene su momento, antes o después
de ese momento nada prospera.
El destiempo son dos calles que nunca se cruzan. El destiempo es llegar
cuando la fiesta terminó. El destiempo no es solo que algo te llegue tarde,
 es también llegar tarde a eso. Es no tocar a tiempo la nota justa. El
destiempo es perder el tren. El destiempo es un perdón que llega tarde.
El destiempo es como una fruta verde, amarga.
Cinco segundos antes puede ser el momento ideal, cinco segundos después
 el peor momento. El destiempo es un desencuentro. Es sabiduría que llega
cuando ya no la necesitas. El destiempo es una tarde fría en verano. Es lo
 opuesto al lugar y la hora indicada. El destiempo es una discusión entre
 sordos.
El destiempo es una ironía.


A veces vas por la vida creyendo que estás despierto y de pronto pasa algo inesperado, algo que te sacude, algo que te despierta.
¿Hay algo capaz de despertarnos del sueño más profundo que es dormir despiertos? Es paradójico, pero creo que no hay mejor despertador que un sueño.
Cuando sos chico tenes algo muy claro, tu juguete preferido es tuyo, si ves que alguien lo quiere sin dudarlo decís “es mío”. Defendes con uñas y dientes lo tuyo, tu juguete, tu lugar, tu novia, pero siempre aparece alguien que viene a disputártelo. Puede ser otra persona o incluso el recuerdo de otra persona, donde había dos ahora hay tres y ya estás en una competencia.
La competencia tiene mala prensa, creemos que ser competitivos es un defecto, nunca una virtud ¿pero no es cuando no tenemos competencia cuando dejamos de crecer?
El problema de la competencia, creo yo, es la falsa creencia de que para que alguien gane otro tiene que perder, para que alguien exista otro tiene que desaparecer.
Olvidarte que nada es tuyo y que todo lo podes perder te puede dormir, se necesita un buen sueño para despertarse.
Se necesita un buen competidor para mantenerse despiertos y crecer. No hace falta que otro pierda, la verdadera competencia es cuando todos de alguna manera ganan algo.
No hay garantía de que el sueño vaya a cumplirse, eso te hace esforzarte para ser mejor, para que elegirse sea algo de cada día. De lo que si hay garantía es que si aspiras a ser mejor no hay manera de que no lo seas.

Por qué nos cuesta tanto ver de verdad?


Vivimos viendo sin ver. ¿Por qué nos cuesta tanto ver de verdad? Ver lo que es tan evidente. Somos curiosos, queremos ver, ver todo ¿Pero estamos preparados para ver de verdad lo que hay para ver?
Todo lo que tenemos que ver está ahí, siempre está ahí a la vista, lo importante nunca está oculto, solo se trata de querer verlo.
Cuando queremos podemos ver con los ojos, con la nuca, con el alma, ver hasta lo invisible.
Ver, verte, verme ¿podes verme, puedo verte? Estoy acá, estás ahí, si queres podes verme, solo tenes que querer. Estás vivo y solo debes despertar ¿Podes? ¿Queres?

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