vicitas!

jueves, 21 de julio de 2011

Porque desde chicas se nos inculco que la felicidad iba a llegarnos desde afuera. En eso fueron determinantes las historias infantiles, los cuentos de hadas en los que un príncipe azul llegaba para rescatar a la protagonista de su vida gris. Entonces crecimos dominadas por un pensamiento mágico, por una fantasía imposible de cumplir, y eso le hizo mucho mal al amor, que es construcción constante y no una novela rosa. A la espera de lo "ideal", lo único que encontramos fue frustración.

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