vicitas!

sábado, 18 de junio de 2011

¡Gritar!


Cuando el aire se agota, y te aprietan las botas, de tanto andar. Cuando la cuenta es injusta y lo que más te gusta, te sale mal. De repente el disfraz de un soldado valiente te queda pintado; das un paso al frente, porque son urgentes, las cosas que siempre has callado.
Y gritar, y gritar, y gritar, y ceder al coraje un lugar. Y ponerle nombre al miedo y arrancarle un rayo al cielo, ser feliz aunque pueda fallar. Porque un nudo en la garganta, no se suelta si se aguanta; Las espinas no se deben tragar.
Las palabras en el filo, donde nadie me ha prohibido; Gritar, como un perro asustado, que nunca ha ladrado; Te sentirás. Como un disco olvidado, que nadie ha tocado; Te sonaras. Porque nadie firmo con su sangre una ley, que te quite derecho, De pasar al frente y mostrar los dientes; soltando la voz de tu pecho.
Y gritar, y gritar, y gritar, y ceder al coraje un lugar, y ponerle nombre al miedo y arrancarle un rayo al cielo; Y ser feliz aunque pueda fallar. Porque un nudo en la garganta; no se suelta si se aguanta; Las espinas no se deben tragar.
Las palabras en el filo; donde nadie me ha prohibido. ¡Gritar! Lo que guardas dentro, se ira secando con el tiempo. Sacarlo fuera vale más, que condenarlo a callar.
Y gritar, y gritar, y gritar, y gritar; Y ceder al coraje un lugar, y ponerle nombre al miedo; Y arrancarle un rayo al cielo. Y ser feliz aunque pueda fallar
Porque un nudo en la garganta, no se suelta si se aguanta; las espinas no se deben tragar. Las palabras en el filo, donde nadie me ha prohibido. ¡Gritar!

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